2 Samuel 7 NVI

Te daré un palacio. (2 Samuel 7:1 NVI)

David por fin podría dormir tranquilo lejos de sus enemigos, por otra parte, pensemos también en la comodidad de Dios cuando tengamos «comodidades», busquemos el consejo de los que están más cerca de Dios como son los profetas como Natán, Dios mora en los corazones de los santos como David, así que ya sean deseos o ideas, estas vienen de Dios. (2 Samuel 7 NVI)

Dios sabía que David no era Digno de construirle una casa; lo bueno fue que David se dio cuenta lo que por años ningún gobernante ni israelita había notado, pues fueron egoístas; pero gracias al gran amor que David tenía a Dios puedo darse cuenta. (2 Samuel 7:4-7 NVI)

Te daré fama. (2 Samuel 7:8-9 NVI)

Posiblemente, Dios estaba profetizando darles nuevas tierras a los israelitas para que vivan en paz, luego Dios le reafirma algunas promesas a David, sería su hijo el digno de construirle un templo, y lo trataría como a un «buen padre castigador», que tiene azotes e instrumentos de tortura para castigar a su hijo. (2 Samuel 7:10-14 NVI)

Instrumentos de castigo, de un buen padre. (2 Samuel 7:14 NVI)

Dios niega su amor a los que no se arrepienten, tras castigarlos como a Saúl. Al escuchar la respuesta de Dios, David quedo totalmente agradecido y le habla a Dios de lo bueno que fue con Israel. No lo dejo con las manos vacías, al igual que David, si Dios no nos concede algún pedido, nos los recompensará dándonos algo muy bueno, por eso por más que David no tuvo el privilegio de construir el templo, Dios le dio a cambio de eso una gran fama y una dinastía. (2 Samuel 7:15-25 NVI)

David le pide a Dios que establezca su dinastía porque esta era «santa», y estos siempre terminarían exaltando a Dios, sabía que el mesías vendría de su descendencia y por eso pedía bastante que la bendiga. (2 Samuel 7:26-29 NVI)