Alma 46 TJS

Alma 46 TJS

Todo pecador desprecia escuchar, hablar a Dios, pero hay un grupo de pecadores muy podridos, que les es insoportable oír a Dios, por eso tratan de apagar a la luz matando a los que hablan de parte de Dios (Alma 46:1-2 TJS).

La gente se siente contenta, cuando su gobernante representa todo lo que en el fondo hay dentro de ellos, si este es orgulloso, ambicioso, ávaro, inconscientemente se sienten bien representados, por eso nadie puede reclamar a Dios por su gobernante que le tocó, solo los santos (Alma 46:3 TJS).

Desear el poder como para gobernar una nación, no es pecado, es todo lo contrario, pues Dios no solo tiene poder sobre todo, sino también disfruta de este, entonces deberíamos desear tener poder no solo en este mundo, sino, sobre todo, en la siguiente vida (Alma 46:3 TJS).

La frase «Dios los crea y ellos se juntan» viene de la sabiduría de Dios (Alma 46:4-5 TJS).

En este mundo, cuando reina la luz, siempre habrá personas como Amalickíah que querrán establecer el reino de la oscuridad, ellos no pueden excusarse en los pecados de sus líderes, pues sus líderes son santos, por eso su castigo será mayor y más cuando son advertidos por estos (Alma 46:5-6 TJS).

No solo la unión viene de Dios, sino también las divisiones (1 Corintios 11:19) (Alma 46:7 TJS).

Vemos países como Estados Unidos, que ayer tenían las leyes de Dios en sus estados, y ahora las aborrecen, pues el ser humano cambia rápidamente para mal, pese a la gran generosidad de Dios (Alma 46:7-8 TJS).

Los pecadores siempre están dispuestos, listos, preparados, atentos, motivados, para pecar, en cambio, nosotros los santos, hagamos lo contrario, y estemos dispuestos a hacer lo que Dios mande, ya sea a sanar heridas de los demás, como a causárnoslas como cuando Cristo entregó su vida en voluntad propia (Juan 10:18), demostremos que ya no somos humanos, ángeles o animales, sino una nueva especie (Corintios 5:17) (Alma 46:8 TJS).

Dios, entre más cargas pesadas, ponga en la vida de sus seres, más generoso será con ellos, un gran ejemplo es el hombre, a quien le dio gran poder y autoridad, pero a la vez lo llenó de sufrimientos, en cambio, los ángeles no sufren como el hombre, por eso merecen menos honor. No nos dejemos llevar porque alguien lee las escrituras verdaderas, sino que fijémonos si esa persona es verdadera (Alma 46:8-9 TJS).

Así como bastó tan solo un buen hombre para salvar a muchos (Romanos 5:19), o como un poco de levadura basta para fermentar bastante masa, de la misma forma, basta un solo hombre malvado para pervertir a muchos, ese es el anticristo, una persona como Amalickíah, y el espíritu que opera en ellos, es sumamente sutil, difícil de percibir la maldad en ellos (Alma 46:9-10 TJS).

Incluso nuestro salvador demostró debilidad al escaparse de aquellos que lo «alababan» y querían hacerlo rey, pues la alabanza es nuestra debilidad y hasta la de los ángeles, es un manjar muy tentador, muy delicioso, trae mucha felicidad, y por todo esto es que el Diablo la utiliza como carnada para engañarnos, pues nos ofrece un veneno bañado de alabanza, se llama adulación, este es el modus operandi del Diablo (Alma 46:9-10 TJS).

Al comienzo de una relación con el pecado, este es tolerable con lo bueno, pero a medida que va pasando el tiempo y para que no termine esta relación, convence a su víctima a luchar en contra de lo bueno, como por ejemplo las leyes de Dios, que atentan contra esta relación prohibida (Alma 46:10 TJS).

El pueblo de Moroni sí gozaba de una verdadera libertad e independencia, en cambio, los países pseudo-cristianos de ahora, no son completamente libres, pues solo cambiaron de una antigua monarquía, a una monarquía de masones, son obligados a cumplir leyes que les perjudican y son engañados con una falsa independencia y libertad, pero se lo merecen por pecadores (Alma 46:10 TJS).

Dios manda lluvias a buenos y a malos, pero sobre todo lo hace por amor a los buenos. Un gran ejemplo de país cristiano es el pueblo de Nefi, y como toda verdadera iglesia tenía su ejército cuyo líder era Moroni, quien no soportaba el pecado y menos si venía de ex-cristianos como Amalickíah (Alma 46:10-11 TJS).

La señal de rasgarse la ropa, o echarse ceniza en la cabeza, es una autohumillación, porque los que se humillan a sí mismos serán exaltados (Mateo 23:12), por eso Dios les enseñó este secreto a nuestros antepasados (Alma 46:12 TJS).

Con la inscripción en la tela, Moroni quería que se recuerde siempre a Dios, y a la verdadera religión que es el cristianismo, la cual existe desde Adán y Eva (Alma 46:12 TJS).

Lo mejor sería que tengamos una bandera igual que la de Moroni, para saber por qué lucharemos y sufriremos en esta vida (Alma 46:12 TJS).

Los judíos empezaron a valorar la libertad que tenían como en los tiempos de Salomón, cuando fueron oprimidos por los diferentes imperios, pues ser verdaderamente independiente no solo le conviene a un pueblo en el aspecto económico, sino, sobre todo, en lo religioso (Alma 46:13 TJS).

Moroni hizo una oración justa y constructiva, en cambio, los pseudo-cristianos como los protestantes hacen oraciones en favor de pueblos tercos como Israel, cuando pedir por el bien de quienes hacen el mal, es condenarlos al infierno, pues a quienes les va bien en esta vida les irá mal en la siguiente (Lucas 16:25). Sin ánimo de caer en el orgullo, gracias a Dios y a nosotros, que los pecadores reciben lluvias y, por lo tanto, comida, pero llagará el momento en que saldremos de estas ciudades para que Dios las destruya (Alma 46:13 TJS).

En el pueblo de Nefi existían los verdaderos y falsos cristianos, los falsos no se hacían llamar cristianos, pero sí los llamaban así a los verdaderos creyentes. La definición de iglesia es asamblea, solo es un término que puede ser utilizado para denominar a cualquier otro grupo, pero solo hay un verdadero «grupo» de Dios (Alma 46:14 TJS).

La iglesia de los tiempos de Moroni era fiel, en cambio, la de estos tiempos es infiel. Al igual que una cristiana de verdad, acepta ser comprada por un hombre y acepta llevar su nombre como símbolo de propiedad, de la misma forma aceptemos alegremente ser llamados cristianos porque le pertenecemos a Cristo (Alma 46:15 TJS).

Los verdaderos cristianos compran esposas y venden a sus hijas, porque ponerle precio a una mujer es darle valor y esto es amor, cosa que este mundo lo ve como mal, cuando son ellos los que quitaron el valor a las mujeres, haciendo que sean tratadas como prostitutas (Alma 46:15 TJS)

La compra y venta de mujeres no solo es buena, sino un mandato, porque debemos amar al prójimo, y darle valor es ponerle precio, no practicarlo es pecado, no solo por no cumplir con un mandato, sino sobre todo por denigrar a la mujer dándosela gratis a los demás. Un gran ejemplo del cristianismo antes de Cristo son los nefitas (Alma 46:15 TJS).

Parece ser que hablamos de Norte América, donde hubo y dejó de haber libertad. Dios le había hablado a Moroni prometiendo que los santos no iban a perecer. (Alma 46:16-17 TJS)

Así como Moroni, reclutemos gente para formar un ejército, donde tengamos armas y luchemos por Dios, por preservar nuestra verdadera religión cristiana, por nuestras mujeres e hijos, haciendo una campaña para ello, y los reclutados, deben de hacer un pacto con nosotros (Alma 46:18-20 TJS)

El pueblo escuchó el llamado de Moroni y se preparó para la guerra, y como señal de pacto también rasgaron sus vestiduras (Alma 46:21 TJS).

Cuando la gente quiera ser parte de nuestro ejército, tienen que hacer un pacto con Dios y con nosotros, y confesar con su boca que si se entregarían nuevamente al pecado o si nos traicionarían, serán destruidos (Alma 46:21-22 TJS).

El mundo tiene una pseudo-verdad sobre el porqué de la destrucción de las civilizaciones, en cambio, nosotros al igual que los nefitas tenemos la verdad sobre esto, que es por causa de sus pecados (Alma 46:22 TJS).

Los pactos o juramentos, son como una especie de apuesta, pero Cristo nos enseña que no podemos apostar de esa forma porque casi nada en esta vida nos pertenece. La túnica tenía mucho valor para los nefitas, ya que les recordaba a la túnica de su antepasado José y tirarla de esta forma era Señal de pacto, por eso la utilizó Moroni para adoctrinar a su pueblo a que teman a Dios (Alma 46:22-23 TJS).

Preservemos la poca libertad religiosa que Dios nos dio en países como este, dejando de pecar, y tal vez en el futuro hasta nos dé un territorio propio (Alma 46:24 TJS).

La túnica de José, tenía un gran valor para Jacob, como cuando preservamos algo que nos recuerda a alguien que murió y que amamos bastante. Cuando somos uno con Dios, amamos en la medida que Él ama a las personas, por eso no solo Jacob amaba abundantemente a José, sino Dios, que de tal manera amo a José, que no solo le regaló a sus descendientes una túnica costosa, sino, todo el continente de América (Alma 46:24 TJS).

Como siempre, es mucha la descendencia que Dios da, pero son pocos los que se salvan (Mateo 22:14) (Alma 46:24 TJS).

Así como Jacob, Dios soporta una gran tristeza por toda la humanidad que se pierde, en cambio, a nosotros solo nos duele cuando seres cercanos a nosotros se mueren, no sufrimos de gente que no conocemos, en cambio, Dios conoce a cada ser que nace, por lo que su dolor es intensamente grande (Alma 46:25-26 TJS).

Los anticristos se parecen a nosotros en muchos aspectos, como el centeno a la cizaña (Mateo 13:29 TLA), por eso es que en algún momento de su vida creyeron alegremente en el Señor, pero vinieron las pruebas y no las pasaron (Lucas 8:4-15), y salieron de nosotros demostrando que solo eran cizaña (1 Juan 2:19), es decir unos anticristos (Alma 46:27 TJS).

El verdadero creyente no solo cree en la verdad, sino que la defiende, literalmente a capa y espada. La realidad era que en el pueblo de Moroni había más santos que pecadores (Alma 46:27-29 TJS).

Amalikiah huyó al darse cuenta que habian mas santos que pecadores, por su parte Moroni fue inteligente al no querer que sus enemigos se unan, ya que es mejor dividir a nuestros enemigos que unirlos y también es mejor golpear a la cabeza para que el cuerpo se desintegre, es decir atacar al lider del pueblo enemigo (Alma 46:29-30 TJS).

No siempre Dios nos pide que nos sometamos a los pecadores, como los Israelitas con los romanos, sino que hay tiempos en los que Dios quiere que los santos sometan a los pecadores, como en los tiempos de los jueces o de David y Salomón (Alma 46:32-33 TJS).

En este mundo todo esta de cabeza, no hay orden, todo esta invertido, desde la organización de un hogar, hasta los sistemas de los gobiernos, pues se le dio autoridad a la mujer y al pueblo, a todo esto lo llaman democracia, un sistema que ni ellos cumplen, donde reina la injusticia ya que el pueblo supuestamente gobierna (Alma 46:34 TJS).

Cuando Dios te da autoridad no solo espiritual sino autoridad para gobernar este mundo, tienes que utilizarla para matar a todo pecador que no quiera arrepentirse, tienes que obligar a que se comprometan en no pecar, en fin hacer lo mismo que hace Dios atraves de sus profetas (Alma 46:35 TJS).

Es una bendición cuando uno es obligado por Dios a hacer el bien, pero ellos piensan que esto es malo, les gusta la idea de no estar obligados a hacer el bien, se enorgullesen de su libre albedrío, pero esto es una maldición, ya que sin esta ayuda solo haríamos el mal, por eso sintamos orgullo de ser sus esclavos, y tengamos asco del libre alberdrio. Por otro lado nadie puede ser libre del todo de Dios, pues si no somos esclavos de Él lo seremos del Diablo, y el nos obligará a pecar (Alma 46:35 TJS).

Ellos no amaron tanto al pecado, por eso dejarón que se les obligue a arrepentirse, encambio hubo otros que prefirierón morir antes que arrepentirse, pues su amor al pecado fue grande. Nuestro estandarte de libertad de nosotros es el vino y el pan, que es un nuevo pacto de libertad, pues eramos esclavos del Diablo y el nos liberó sufriendo (Alma 46:35 TJS).

Moroni siguió con su campaña de libertad, asi que hizo poner banderas en los edificios mas altos. Sino hay guerras no habrá paz, por eso Moroni castigó a los rebeldes provocando una guerra civil, por que hay tiempo de guerras y hay tiempo de paz, no todo es sufrimiento en el verdadero camino (Alma 46:36-38 TJS).

Tengamos la seguridad de ser salvos antes de morir como los nefitas, mientras estemos limpios y creyendo siempre en Jesucristo. Dios siempre quitará la cizaña de este mundo, ya sea con guerras, hambrunas, etc., o también con enfermedades, como la fiebre (Alma 46:39-40 TJS).

Él que creó la enfermedad, también creó la medicina, pues Dios es el Dios de la ciencia médica, por otro lado las plantas medicinales siempre serán necesarias, incluso en el cielo (Apocalipsis 22:2), (Alma 46:40 TJS).

Al igual que encontramos en el libro de Enoc la frace «plantas y raices» (1 Enoc 7:1), también la encontramos en este libro, son dos mundos diferentes uno el de las plantas y otra el de las raices, cada uno con diferentes propiedades medicinales (Alma 46:40 TJS).

Tal parece que los nefilim junto alcanzaron el sintetizar el fruto del arbol de la vida para vivir mucho más tiempo en este mundo, ellos desprecian la creación de Dios y creen que la suya es mejor (Alma 46:40 TJS).

Dios a creado en cada ser, el necesitar de los demás seres, como también a creado en las plantas, la necesidad de la ayuda del hombre, todo esto no solo para mantenernos unidos, sino también para sentirnos utiles (Alma 46:40 TJS).

No quitemos el valor que se merecen las plantas, pues todo verdadero creyente alaba también a la creación de Dios, como los rastafaris, en cambio los pecadores, la maldicen, ellos predican que algunas plantas son malas y practicamente tratan de extinguirlas. Dios creó las enfermedades para matar a los pecadores y para probar a los santos, para que los pecadores se arrepientan de despreciar las plantas y reconoscan que las necesitan (Alma 46:40 TJS).

Dios utiliza el clima para bendecir o maldecir, y cuando el clima es malo, su gente migra a lugares donde temen a Dios y tienen un buen clima, y ahi se recuerdan de Él y se arrepienten (Alma 46:40 TJS).

No siempre Dios quiere que tengamos una muerte como la de Jesús, sino también como la de David, pues quiere que tengamos una muerte de vejez y en paz (Alma 46:41 TJS).

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