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Dios nos da claridad en sus escrituras, para que no odiemos el dinero, ni tampoco lo amemos tanto al punto de sacrificar a nuestro prójimo, sino que lo amemos solo lo necesario, pues este es un bien (Corán 34:46-47 VOSU).
Dios nos da claridad en sus escrituras, para que no odiemos el dinero, ni tampoco lo amemos tanto al punto de sacrificar a nuestro prójimo, sino que lo amemos solo lo necesario, pues este es un bien (Corán 34:46-47 VOSU).
Nos reunimos no solo para hablar bien del bien, bien que es Dios y los puros, sino también para criticar a los pecadores, de esta forma seremos como Dios, seres que aman lo bueno y odian lo malo (Corán 34:43 VOSU).
Cuando te provoquen, diles a esos pecadores que no quieren arrepentirse, que disfruten un poco más de este mundo, que pronto les tocará disfrutar, pero del infierno (Corán 34:42 VOSU).
El Sufrido de sufridos es Dios, no hay otro ser en todos los planos que sufra más que Él (Isaías 53:3), desde el principio hasta el fin, por eso Él se identifica con los que sufren, y si ayudamos a los que sufren, lo ayudamos a Él, y Él no nos dejará sin recompensa (Corán 34:39 VOSU).
Ellos creen que hacen la voluntad de Dios, haciendo que sus hijos entren en universidades, haciendo que tengan una vida ordinaria y mundana, pero por más que lleguen a ser felices haciendo todo eso, serán condenados por no hacer la voluntad de Dios, que es ser como Jesús (Corán 34:35 VOSU).
Si tenemos que dejar a nuestra familia, que sea por Dios, y más que luchar por nuestros deseos, luchemos por los deseos de Dios, no obstante, el Diablo quiere que nos amemos más que a Dios (Corán 34:35 VOSU).
El dinero en abundancia le es de mucho provecho al fuerte, pero no al débil, y la mayoría somos débiles, por eso es de buena suerte el ser pobres, aunque también es de buena suerte que Dios nos haga ricos, solo si somos fuertes como salomón de lo contrario como todos los demás ricos, despreciaríamos a Jesús (Corán 34:34 VOSU).
Así como esos árboles de olivo que están cerca del trono de Dios «encarnaron» como los dos últimos profetas (Apocalipsis 11:4), también una parte tan importante del cuerpo de Dios, que es su boca, encarno como Jesús, el que nos salva del infierno (Juan 1:1), (Corán 34:33-34 VOSU).
A ellos se les dio libertad para pecar, están cobrando por adelantado lo que pronto lo pagarán en el infierno, son como perros salvajes, hacen orgías, se cruzan entre ellos, cometiendo también incesto, pero pronto serán atados, y se les pondrán argollas en el cuello (Corán 34:33 VOSU).
El que no reconoce ni acepta sus pecados, siempre tratará de quedar como el inocente, aunque el precio sea que haga quedar como malos jueces a los que lo corrigen, su orgullo es tan grande que luchará incluso en el día del gran Juicio para quedar como el inocente delante de Dios (Corán 34:31 VOSU).