Dios ordena a estos esclavos a que hagan su voluntad, entre tentaciones hasta asesinatos, pero aclaremos que nunca los trata como amigos, son sus sicarios y hace negocios justos con ellos, un claro ejemplo de que nosotros tenemos esa «autoridad» no solo era cuando Jesús expulsaba demonios, sino cuando Pablo ordenó a los Corintos que ordenen al «Ángel Caído» matar a ese hermano pecador. (Corán 17:63, 1 Corintios 5:5) Ver video