Ni después de matarlo lo dejaron en paz, se comportaron como una asesino que no se contenta con matar a su víctima, sino, que la vigila por si resucita, para matarla nuevamente, pues grande era su temor que le tenían (El Evangelio de Pedro EGB 9:1).
Hay algún propósito de por qué el Diablo quiere quedarse con el cuerpo de los profetas, como con Moisés y luego con Jesús, por otra parte, definitivamente no les importaba que los familiares necesitarían llorar frente a su cuerpo de Jesús, porque bloquearon la entrada. Es mejor que nuestros cuerpos ya muertos descansen en una cueva que en una tumba (El Evangelio de Pedro EGB 9:2).
Bloquearon la entrada de la tumba de Jesús, de una forma profesional, para demostrar que Jesús no podía salir ni nadie podía sacar su cuerpo, por otra parte, los judíos estaban tan enfermos que fueron a ver como habían sellado la tumba (El Evangelio de Pedro EGB 9:3-4).
Sobre el autor