El que no reconoce ni acepta sus pecados, siempre tratará de quedar como el inocente, aunque el precio sea que haga quedar como malos jueces a los que lo corrigen, su orgullo es tan grande que luchará incluso en el día del gran Juicio para quedar como el inocente delante de Dios (Corán 34:31 VOSU).
Dios quiere que todos se salven (1 Timoteo 2:4), pero la realidad es que pocos quieren salvarse, solo pocos dejan de pecar, solo pocos temen a Dios, por eso en los últimos días, la iglesia perderá la guerra contra la gran cantidad de pecadores (Apocalipsis 13:7), (Corán 34:28-29 VOSU).
Dios no solo manda a predicar del amor que tiene al que se arrepiente, sino también nos ordena, que prediquemos del odio que tiene a los que no se arrepienten y siguen pecando, debemos traer sanidad, paz y salvación para todo aquel que deja de pecar, pero también debemos traer enfermedades, guerras y condenación para los que persisten en pecar (Corán 34:28 VOSU).
No todos estamos destinados a ser molidos como Cristo lo fue en una Cruz, hay algunos que son menos afortunados en recompensa, pues tienen una muerte natural, sin dolor, estas semillas llegan a tener la oportunidad de multiplicarse teniendo muchos hijos y esposas, mientras que los otros santos, mueren sin hijos, pero engendrarán miles en el paraíso. (Corán 34:21 VOSU)
El diablo tiene poder sobre los pecadores, por eso los engaña en todo, en cambio, a nosotros los santos, Dios nos abre cada vez más los ojos, y ya no creemos en los engaños del Diablo, tales como que la medicina sintética es mejor que la natural o que la tierra es esférica, pero llegará el momento en que Dios le dará el poder al Diablo para dañarnos como lo hizo con Jesús en la cruz (Corán 34:21 VOSU).
(Eclesiastés 3:8) El odiar también es amar si viene de Dios, por ejemplo cuando Dios nos ordena separarnos de nuestras familias por predicar, nos pide odiarlos (Lucas 14:26), pero en sí es amor, porque Dios los recompensará por ese sufrimiento y también a nosotros, esto es un bien, en cambio, si los amamos cuando Dios ordena lo contrario, esto es odio, porque nos condenamos y también los tentamos a que hagan lo mismo (Corán 34:19 VOSU).
(Job 5:18) Él es compasivo, es misericordioso, si vio necesario el quitarte algo que tanto amabas, y si no te lo devuelve, te aliviará ese dolor, como con los Sabeos, que pese a que les quitó la belleza de su jardín, les alivianó esa vergüenza con hierbas medicinales que crecieron en vez de este, otro ejemplo fue el darle una virgen a Isaac tras la muerte de su madre (Jaser 24:39-45), (Corán 34:16-17 VOSU).
Ellos creen que perdonando a quien no se arrepintió demuestran un gran amor sacrificado (1 Corintios 5:2), ignorando que el amor se deleita en la justicia (1 Corintios 13:6), entonces lo que ellos llaman amor no es, sino odio, porque el amor no encubre el pecado (Corán 34:16-17 VOSU).
Dios es compasivo, pues si te ama, como a la gente de Saba, no te quitará por causa de tus pecados, eso que tanto amas, sino que lo volverá amargo, ya sea esposas, hijos, trabajo, etc., esto es mejor a perderlo todo (Corán 34:16 VOSU).
Dios compara a Sudamérica con los de Saba, pues les dio un gran jardín como territorio, pero por causa de sus pecados, como: ser injustos con ellos mismos, idólatras, infieles, católicos, evangélicos, glotones, ávaros, por sus excesos de drogas, y demás pecados, sus tierras ya no producirán frutos de buen sabor, sino que ahora producirán frutos desagradables (Corán 34:16 VOSU).